MILVIO.-

En ese puente, y no en cualquiera. En el puente Milvio, en Roma. Ese puente en el que cuelgas ese candado tan especial, el que dejan cerrado con la ilusión de permanecer siempre con la persona escrita en él. Un puente en el que debes de tirar la llave del candado al río, de espalda, sin mirar atrás, para que ese amor perdure por siempre, donde vacías tus esperanzas, tus sueños, tus deseos… Y piensas en qué pasaría si se abriera, y dejas que ese sentimiento de esperanza recorra todo tu cuerpo, así, sin más. Y te das cuenta de que realmente estás enamorada y de que no quieres que ese candado se abra nunca y mucho menos lo abrirías tu, porque aun cuando ese amor termine y quieras regresar por ese candado, la llave permanecerá ahí, junto con el amor que llego a existir. Al igual que esas llaves caen al río, tú también caerías al vacío. Una vida entera con él...

Y piensas, ¿cuántos sueños esperanzados lleva consigo el puente Milvio? ¿Y cuántos rotos? Y lo único que sabes es que tu historia es diferente que la de cualquiera que pueda haber allí.

¿Qué no daría por ir ahí? UN SUEÑO PARA MI....

TENGO GANAS DE TI...

Definitivamente sé que te voy a encontrar, no te busco pero lo sé, sé que estás cerca, ¿Qué estarás haciendo ahora? yo estoy pensando que tengo ganas de ti, de que aparezcas en mi vida, de que nuestras miradas se crucen y mi corazón salte tanto que se me escape una tímida sonrisa, que por supuesto intentaré disimular, pero tu ya te habrás dado cuenta y te acercarás con cualquier excusa, sabré que eres tú, sabré que eres tú la persona con la que voy a superar montañas y cruzar el océano a nado, porque nada es imposible y sé que tu alma me busca y que en cualquier lugar disparatado nos vamos a encontrar, en la cola de un supermercado, en la parada del autobús, cruzando una calle o simplemente cuando tu moto esté pegada a mi coche, no me preguntes por qué pero lo sé, y sé que esta vez todo va a ser distinto ¿sabes por qué? Porque no te conozco pero ya sé que te quiero y eso me basta, ahora sólo tienes que aparecer, te espero, ya estoy preparada, y quiero disfrutar como nunca la vida contigo.



"Una vida distraída ha golpeado con el codo su felicidad. Y he sido yo"