miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mi última pieza



Nacemos en el mundo
Como si sólo fuéramos una pequeña pieza en el rompecabezas
Que conforma toda una vida.
Depende de nosotros a lo largo de nuestros años,
Encontrar todas nuestras piezas para encajar.
Las piezas que conectan quiénes somos.
Quiénes fuimos.
Quiénes seremos.
A veces las piezas casi encajan.
Se sentirán correctas.
Las llevaremos alrededor por un tiempo,
con la esperanza de que cambiaran de forma.
Con la esperanza de que van a ajustarse a nuestro rompecabezas.
Pero no lo harán.
Eventualmente tendremos que dejarlas ir.
Para que encuentren el rompecabezas que es su hogar.
A veces las piezas no encajan en absoluto.
Sin importar cuánto queramos que lo hagan.
Las empujaremos.
Las doblaremos.
Las romperemos.
Pero las que no estén destinadas a ser,
no lo serán.
Aquellas son las piezas más difíciles de todas para aceptar.
Las piezas de nuestro rompecabezas.
Esas simplemente no pertenecen.
Pero ocasionalmente... 
no muy a menudo,
si somos afortunados,
si prestamos la suficiente atención,
encontraremos una 
combinación perfecta.
Las piezas de los rompecabezas se deslizarán correctamente.
Las piezas se aferrarán a los contornos de nuestras propias piezas.
Las piezas se bloquearán para nosotros.
Nosotros nos bloquearemos para esas piezas.
Las piezas se ajustarán tan bien, que no podremos decir dónde nuestra pieza comienza
y esa pieza termina.
Aquellas piezas que llamamos
Amigos.
Amores Verdaderos.
Sueños.
Pasiones.
Creencias.
Talentos.
Son todas las piezas que completan nuestro rompecabezas.
Alinean los bordes,
marcan las esquinas.
Esas piezas son las piezas que nos hacen ser quiénes somos.
Quiénes éramos.
Quiénes seremos un día.
Hasta el día de hoy, 
cuando miraba a mi propio rompecabezas,
vería todas las piezas.
Tenía los bordes alineados,
las esquinas enmarcadas,
el centro completo.
Se sentía como si estuviera completo.
Todas las piezas estaban allí.
Tenía todo lo que deseaba.
Todo lo que necesitaba.
Todo lo que soñaba.
Pero hasta hoy, 
me di cuenta que tenía todo
excepto una pieza.
La pieza más vital.
La pieza que completa la imagen.
La pieza que completa toda mi vida.
Sostener a esta niña en mis brazos
Que envuelva sus deditos alrededor del mío.
Fue entonces que estuve realizado.
Ella era la unión.
El pegamento.
El cemento que obligaba a todas mis piezas a juntarse.
La pieza que cierra mi rompecabezas.
La pieza que completa mi vida.
El elemento que me hace ser quien soy.
Quién fui.
Quién seré un día.
Tú, niña.

Tú eres mi última pieza.


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